había una vez...
...un molinero que tenía tres hijos.
A su muerte, el pobre molinero les dejo a sus hijos un molino, un burro y un gato.
...un molinero que tenía tres hijos.
A su muerte, el pobre molinero les dejo a sus hijos un molino, un burro y un gato.
Y este es el comienzo de una bonita historia. Quise utilizarlo para hacer un regalo especial y el objetivo parece conseguido, mucho trabajo este fin de semana para que estuviese listo a tiempo pero... al final todo un éxito!!!
Esta amigüita mía es fundadora del club de fans del "Gato con Botas" y ha prometido lucirlo en todas las ocasiones que se presenten, así que parece que este gatito va a moverse bastante.
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